Muhammad Ali y el rabino Michael Lerner
Las honras fúnebres al boxeador Muhammad Alí que se llevaron a cabo recientemente en Louisville, Kentuky, lugar donde nació el campeón, no solamente expresaron la tristeza generalizada ante su partida, debida a lo que representó el deportista para la cultura mundial. También sirvió como escenario de encuentro entre representantes de diversas religiones.
Entre las palabras ofrecidas a los asistentes por estos líderes, se destaca el discurso del rabino judío Michael Lerner, en el cual manifestó una serie de ideas tremendamente fuertes, dirigidas a los gobiernos de Estados Unidos, Israel y Turquía, como una forma de mantener el legado de valentía que demostró Alí en un momento crucial de su existencia.
Michael Lerner es el rabino de la Sinagoga Beyt Tikkun en Berkeley, California. También es activista político y editor de la revista Tikkun, una publicación judía progresiva interreligiosa.
Comparto con ustedes las palabras del rabino Michael Lerner en el funeral, traducidas libre pero respetuosamente:
"Maestro de la compasión, Dios de la compasión, envía tus bendiciones a Muhammad Alí, a todos los que lloran por él y a las millones y millones de personas que lloran a lo largo y ancho del planeta. Amén.
Vine aquí para hablar
como representante de los judíos en Estados Unidos, para decir que los judíos
de nuestro país han asumido un papel importante de solidaridad en la lucha de
los afrodescendientes en la nación y que hoy reiteramos esa solidaridad con la
comunidad islámica en este país y en todo el mundo.
No toleraremos que los
políticos o que cualquier otra persona menosprecie a los musulmanes o los culpe
por las acciones de unos cuantos.
Nosotros, los judíos,
sabemos lo que es ser despreciados. Sabemos lo que se siente cuando unas pocas
personas actúan en contra de las visiones más altas de nuestra tradición. Así, estas
visiones como valores de la tradición entera son razones por las que desde la
revista Tikkun, una revista de judíos
liberales progresistas, pero también una publicación para el encuentro entre
religiones, hemos pedido al gobierno de los Estados Unidos que se manifieste
ante su similar de Israel, el cual ha reprimido a los palestinos. Que el
gobierno sepa que nosotros como judíos entendemos que nuestro compromiso es
reconocer que Dios ha creado a todos a su imagen y semejanza y que todos somos
igualmente preciosos. Esto es así para el pueblo palestino y para los demás
pueblos del mundo.
Sé que la gente de
Louisville tiene una relación especial con Muhammad Ali y yo tuve una relación
personal con él al final de la década de 1960 cuando ambos fuimos condenados
por el gobierno federal y anteriormente, por nuestras diversas manifestaciones
contra la guerra en Vietnam. Quiero decir que, aunque él fue aclamado como
campeón mundial de los pesos pesados, la verdad es que, con todo respeto por
él, los campeonatos de pesos pesados vienen y van, así como los héroes del
deporte. Pero algo acerca de Muhammad Alí que hizo la diferencia en el momento
preciso fue cuando usó ese reconocimiento para manifestarse en contra de una
guerra inmoral y decir "no, yo no iré a ella". Y es por esa razón que
decenas de millones de estadounidenses que no están particularmente interesados
en el boxeo conocen a Muhammad Ali, ya que él fue una persona dispuesta a arriesgar
el inmenso honor y la fama que obtuvo para sostenerse en sus creencias, para
decir la verdad al poder cuando la gente a su alrededor le decía "no, no,
vas a perder tu campeonato", el cual le fue arrebatado por cinco años.
Pero él se sostuvo, dispuesto a tomar ese riesgo por causa de esa clase de
integridad moral.
Por eso digo, ¿cómo
honrar a Muhammad Ali? La respuesta es ser Muhammad Ali hoy. Eso va para
nosotros, todos aquí (en el lugar del funeral) y para cualquiera que escuche.
Depende de nosotros mantener esa habilidad para decirle la verdad al poder.
Debemos expresarnos para
rehusar seguir el camino de la resignación ante las reglas del juego de la
vida. Digan al 1% de la población que posee el 80% de la riqueza que es tiempo
de compartirla. Digan a los políticos que emplean la violencia alrededor del
mundo y que luego predican el pacifismo a los oprimidos que es el momento de
que terminen con sus guerras de drones (aviones no tripulados) y con cualquier
otra forma de guerra. Que es tiempo de cerrar nuestras bases militares en todo
el mundo para que nuestras tropas vuelvan a casa. Digan a esos que inventaron
el encarcelamiento masivo que hay que crear un ingreso garantizado para todos
en nuestra sociedad. Digan a los jueces que dejen en libertad a tantos
afro-americanos arrastrados por la policía racista, apresados por jueces
racistas, muchos de ellos en prisión actualmente por delitos como poseer
marihuana, mientras que personas blancas evaden la justicia todo el tiempo.
Digan a nuestros
funcionarios elegidos que encarcelen a quienes autorizan la tortura y a
aquellos que administran los grandes bancos y las compañías de inversión,
quienes causaron el colapso económico de 2008.
Digan a los líderes de
Turquía que dejen de asesinar a los kurdos. Digan al primer ministro israelí
(Benjamín) Netanyahu que la manera de conseguir seguridad para Israel es
detener la ocupación de la Rivera Occidental de Cisjordania y ayudar a crear el
estado de Palestina.
Digan a la próxima
presidenta de los Estados Unidos que ella debería solicitar una enmienda
constitucional para que el financiamiento de las elecciones nacionales o estatales por el
Congreso, por las legislaturas estatales y por otras fuentes de dinero sea prohibido,
incluyendo dinero de corporaciones o de individuos o de otras fuentes, y que
esos fondos se conviertan en dineros públicos.
Díganle a ella que la
manera de lograr la seguridad nacional no es probar de nuestra parte nuevas
formas de dominación. La estrategia de la dominación del mundo para conseguir
la seguridad ha sido intentada durante los últimos 10.000 años y no ha
funcionado. La manera de conseguir seguridad para los Estados Unidos es
convertirse en el más generoso y solidario país en el mundo, no el más
poderoso.
Y podemos comenzar con un
"Plan Marshall" a nivel doméstico y global para acabar de una vez por
todas con la pobreza mundial y nacional, con el problema de quienes no tienen
hogar a dónde ir, con el hambre, con la educación deficiente, con la atención
de salud deficiente.
Así, quisiera pedir
desde la red de Progresistas Espirituales (spiritualprogressives.org) que
vengan y se unan a nosotros. Quiero afirmar nuestro compromiso con el bienestar
de todos los musulmanes en este planeta, así como con el de quienes son
creyentes o con el de los humanistas seculares.
Queremos rendir honores
a los musulmanes del mundo para que continúen hoy el ayuno de Ramadán y nos
unimos a ellos en el luto por la pérdida de Muhammad Alí y en la celebración de
su vida, un gran luchador por la justicia y la paz. La paz esté con él, la paz
esté con el profeta Muhammad -Mahoma- la paz esté con toda la humanidad, la paz
esté con todos ustedes”.
Vean el video con el
discurso del rabino Lerner: